Un desfibrilador puede salvar muchas vidas. La velocidad de actuación es vital por lo que es recomendable no tardar más de cinco minutos. Lo cuál, muchas veces, para los servicios de emergencias es un tiempo imposible.

Así, si al lado de cada extintor hubiera un desfibrilador y personal con conocimientos mínimos en reanimación, podrían salvarse más de 4.500 vidas al año.

Para determinar el mejor lugar para colocar estos dispositivos, los investigadores estudiaron diferentes negocios y localidades municipales en Toronto, Canadá.

Así, los  científicos clasificaron los negocios y otros lugares de acuerdo a cuántos infartos ocurrieron en los 100 metros a la redonda de esos sitios y cuándo estaban abiertos.

"Encontramos que las cafeterías y los cajeros automáticos estaban altamente clasificados a través de varias métricas relacionadas, y que esas puntuaciones eran estables a través de los años", afirma el autor del estudio, Timothy C.Y. Chan, catedrático de Investigación en Nueva Optimización y Análisis de Salud en la Universidad de Toronto, en Canadá.