Controlar el peso

Un peso excesivo o demasiado bajo son altamente perjudiciales para aquellas personas que padecen EPOC.

A medida que disminuye la función pulmonar, se deteriora el estado nutricional de la persona y, a su vez, aumentan las necesidades de energía, y por lo tanto, necesita más oxígeno. 

Pero si la persona sufre sobrepeso, el paciente debería bajar de peso ya que eso puede aumentar la sensación de falta de aire. El sobrepeso también aumenta el riesgo de padecer enfermedades coronarias, diabetes y presión alta. Para bajar de peso de forma segura y saludable, es recomendable que adopte un plan que incluya alimentos variados.

Distribuir las comidas en cinco o seis tomas al día

Es recomendable que la persona que sufre EPOC coma pequeñas cantidades y evite sentirse hinchado. Por ello, llevar un registro de los alimentos que ingiere diariamente puede ayudarle a mejorar la calidad de los alimentos que consume, además de ajustar su cantidad. Además, los expertos recomiendan: comer varias veces al día, 5 o 6 tomas en pequeñas cantidades para aligerar la carga respiratoria.

No se debe comer en exceso. Si el paciente sufre disnea al comer es recomendable que siga una dieta blanda y fácil de masticar. Por otro lado, si el paciente necesita oxígeno es mejor utilizarlo antes y después de la comida. También es recomendable no comer carnes curadas ya que incrementa la inflamación de los tejidos y afectan la función pulmonar. También es bueno beber líquido abundante durante y después de las comidas.

Realizar cualquier tipo de actividad física ayuda a mejorar el  estado de salud

Los pacientes con EPOC suelen tener mayor sensación de ahogo y/o fatiga (disnea) al realizar actividades durante el día, incluso pueden sentir dificultad para respirar cuando realizan actividades que implican pequeños esfuerzos. Como consecuencia, muchos pacientes reducen su nivel habitual de actividad física para evitar la disnea y, por ejemplo, dejan de salir a caminar y pasan más tiempo sentados o tumbados. 

Sin embargo, mantener una vida activa y hacer ejercicio es muy beneficioso porque mejora el uso de oxígeno que necesita su cuerpo, mejora su musculatura y articulaciones, mejora el corazón así como la presión arterial, mejora los síntomas, sobre todo, la disnea, y ayuda a que la EPOC progrese más lentamente. En general el ejercicio mejora la calidad de vida.

Dormir bien

Un buen descanso nocturno tiene muchos beneficios para los pacientes con EPOC. Dormir las horas necesarias le ayudará a la persona a realizar todas las actividades del día a día con más energía, a sentirse más relajado y con más ánimo.

Hay factores que pueden dificultar el sueño: una posición totalmente recostada, el uso de determinados medicamentos, el insomnio y la ansiedad, incluso el propio sueño puede provocar que no obtenga la cantidad de oxígeno necesaria al respirar más relajadamente. Intenta evitar las situaciones de estrés o ansiedad Los expertos recomiendan que el paciente practique actividades que le gusten o relajen así como sentirse acompañado de familiares y amigos. 

No se debe renunciar a viajar

Una persona con EPOC no debe renunciar a viajar ni a seguir realizando actividades de ocio fuera de su entorno habitual. Por ello, es recomendable que ese viaje se planifique con antelación.

Los expertos aconsejan antes de viajar, que se piense bien en el clima del lugar que se quiere visitar así como llevar todos los medicamentos necesarios. Durante el viaje, el paciente debe acordarse de tomar su medicación, dormir lo suficiente y beber con moderación.