Se trata de un nuevo método, que ha sido probado en 320 pacientes, que deduce la muerte celular en tejidos específicos de los patrones de metilación de ADN circulante que liberan las células que mueren. 

La investigación fue realizada por un equipo internacional dirigido por la doctora Ruth Shemer y el profesor Yuval Dor, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Israel, y el profesor Benjamin Glaser, del 'Hadassah Medical Center', también en Jerusalén.

La muerte celular es una característica central de la biología humana en la salud y la enfermedad. Puede significar las primeras etapas de la patología (por ejemplo, un tumor en desarrollo o el comienzo de una enfermedad autoinmune o patología neurodegenerativa), Mark progresión de la enfermedad, reflejar el éxito de la terapia (por ejemplo, medicamentos contra el cáncer), identificar los efectos tóxicos no deseados de tratamiento y más cosas, pero hasta ahora no era posible medir la muerte celular en los tejidos humanos. 

Así, este nuevo análisis de sangre detecta la muerte celular en tejidos específicos mediante la combinación de dos importantes principios biológicos. 

En primer lugar, las células que mueren liberan ADN fragmentado a la circulación, donde viaja por un corto tiempo. Este hecho se ha conocido durante décadas, pero como la secuencia de ADN de todas las células en el cuerpo es idéntica, no ha sido posible determinar el tejido de origen de ADN circulante y las mediciones simples de la cantidad de ADN circulante son de uso muy limitado.

La segunda cuestión es que el ADN de cada tipo de célula lleva a una modificación química única llamada metilación. Los patrones de metilación del ADN que se tienen en cuenta para identificar las células (los genes que expresan) son similares entre las diferentes células del mismo tipo y entre los individuos y son estables en condiciones de salubridad y enfermedades.