Hasta el momento, las células madre se podían utilizar para tratar una gran diversidad de enfermedades, desde patologías como la diabetes o el párkinson hasta quemaduras. No obstante, esta lista se sigue ampliando y la última en incluirse han sido los ojos. Tal y como ha indicado un reciente estudio, las células madre de la pulpa dental de las muelas del juicio podrían ser redirigidas para convertirse en células de la córnea del ojo y reparar diversas lesiones.

Se trata de una investigación llevada a cabo por un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, en EEUU y publicado en Stem Cells Translational Medicine se ha sugerido que éstas se podrían convertir en una nueva fuente de tejido para el trasplante de córnea a partir de las propias células del paciente.

La ceguera corneal, que afecta a millones de personas en todo el mundo, se trata típicamente con los trasplantes de córneas de donantes, explica el investigador principal de este trabajo, James Funderburgh, profesor de Oftalmología de la Universidad de Pittsburgh y director asociado del Centro Fox Louis J. de Restauración de la Visión del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh (UPMC, por sus siglas en inglés) y la Universidad de Pittsburgh.

Hay escasez de donantes de córneas y se puede producir el rechazo del tejido donante, lo que puede resultar en la pérdida permanente de visión", lamenta el doctor Funderburgh. "Nuestro trabajo es prometedor porque el uso de las propias células del paciente para el tratamiento podría ayudar a evitar estos problemas", añade este investigador.

Los experimentos llevados a cabo por la investigadora Fatima Syed-Picard, también del Departamento de Oftalmología de Pitt, y el equipo mostraron que las células madre de la pulpa dental, obtenidas del tercer molar humano, o muela del juicio, de extracciones de rutina realizadas en la Escuela de Medicina Dental de Pitt, podrían convertirse en las células del estroma de la córnea llamadas queratinocitos, que tienen el mismo origen embrionario.  

El equipo de científicos inyectó los queratocitos diseñados mediante ingeniería en las córneas de ratones sanos, donde se integran sin signos de rechazo, además de emplear las células para desarrollar construcciones del estroma corneal similares a los tejidos naturales.