Por otro lado, en el trabajo, publicado en la revista 'Circulation Research', de la Asociación Americana del Corazón, se ha confirmado que esta proteína es necesaria para el desarrollo normal de la aorta en un modelo de ratón deficiente en 'MMP17'.

La pared vascular que forma las arterias está en constante movimiento sometida a una presión que varía con cada latido del corazón. Las arterias, y en especial la aorta, son capaces de acomodar esta presión y transmitirla a lo largo del árbol vascular gracias a una compleja estructura celular y de matriz extracelular.

Existe un alto riesgo de muerte en los pacientes con aneurismaas, debido a la potencial rotura de la pared vascular que se da en esta patología. Además, los aneurismas pueden transmitirse de manera hereditaria con una alta mortalidad asociada a la enfermedad en personas jóvenes.

Se han descrito varias mutaciones que generan aneurismas porque afectan a genes que regulan el estado de madurez de las células de la pared vascular o de la matriz, que en última instancia es la que le da estas cualidades elásticas a la aorta.

Este hallazgo puede tener "potenciales implicaciones" clínicas, ya que los autores también han demostrado que, mediante terapia génica con virus, se puede restaurar la estructura y función normal de la pared vascular de los ratones sin 'MMP17'. "Esto puede abrir nuevas posibilidades terapéuticas en esta enfermedad", ha zanjado Martín-Alonso.