El proceso consiste en eliminar todo el contendido celular del  órgano cadáver para obtener matrices tridimensionales con la arquitectura intacta, pero sin células, capaces de comportarse físicamente como el tejido normal.

Los autores de este trabajo, han descubierto, además, que estas estructuras permiten el cultivo de células y propicia su especialización para formar tejido cardiaco, ya que mantienen sus propiedades electrofisiológicas produciendo contracción cardiaca.

El Servicio de Cardiología del hospital madrileño, dirigido por el profesor Francisco Fernández-Avilés, es pionero en el uso de terapias celulares de regeneración cardiaca a nivel mundial, tanto procedentes de médula ósea, cómo de grasa e incluso del propio tejido cardiaco, en infarto de miocardio, fallo cardiaco crónico y otras patologías.

Actualmente, el trasplante de órganos es la única solución a la enfermedad irreversible terminal de cualquier órgano, pero en los últimos años la escasez de donantes hace que no todos los pacientes puedan beneficiarse de un trasplante.

El equipo ha conseguido re-celularizar pequeños 'parches' de matriz cardiaca humana decelularizada con diferentes tipos de células madre con los que se pretende reparar corazones dañados.

Esta continuidad del estudio publicado se realizará en altas condiciones de calidad, cultivando las células sobre estas matrices en condiciones fisiológicas adecuadas mediante bioreactores: cámaras estancas que además de mantener la esterilidad, aportan la temperatura y el oxígeno necesario para replicar las condiciones que el tejido tendría en su nicho natural.

Las primeras pruebas de la utilización de estos parches se realizarán en corazones infartados de animales grandes.

Este proyecto del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón ha sido financiado por la Comunidad de Madrid y por fondos para Cooperación Internacional del antiguo Ministerio Español de Ciencia e Innovación y el Instituto de Investigación Carlos III.