Un grupo de investigadores ha descubierto una nueva fórmula capaz de medir el riesgo de muerte en cualquier persona basándose únicamente en su resistencia en la cinta de correr. Una previsión a largo plazo que esperan sirva para concienciar de la necesidad de hacer mas ejercicio y llevar una vida más saludable.

Mediante el análisis de los datos de 58.000 pruebas de estrés cardiaco, cardiólogos de 'Johns Hopkins Medicine', en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, han desarrollado esta fórmula en base a la capacidad de una persona para realizar ejercicio en una cinta de correr a una velocidad cada vez mayor y más inclinación.

Varios sistemas de calificación de riesgo basados en ejercicios que ya están en uso están diseñados para medir el riesgo a corto plazo de morir pero lo hacen estrictamente entre los pacientes con enfermedad cardiovascular establecida o signos evidentes de problemas cardiovasculares. Estas puntuaciones tienen en cuenta múltiples variables e incorporan los resultados de pruebas adicionales, como electrocardiogramas (ECG).

Por el contrario, el nuevo algoritmo, conocido como 'FIT Treadmill Score' puede medir el riesgo de muerte a largo plazo en cualquier persona basándose únicamente en el rendimiento de esfuerzo. La puntuación, según el equipo de investigación, podría dar pistas valiosas sobre la salud de una persona y debe calcularse para los millones de pacientes que se someten a la prueba de esfuerzo cardiaco en Estados Unidos cada año.

"La idea de que estar en buena forma física presagia riesgo de mortalidad más baja no es nueva, pero hemos querido cuantificar ese riesgo, precisamente, por edad, sexo y nivel de condición física, con una ecuación elegantemente simple que no requiere lujosas pruebas adicionales más allá de la prueba de esfuerzo estándar", explica el investigador principal, Haitham Ahmed, miembro del Departamento de Cardiología en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.

Además de la edad y el sexo, la fórmula incluye la frecuencia cardiaca máxima alcanzada durante el ejercicio intenso y la capacidad de tolerar el esfuerzo físico, medido por los llamados equivalentes metabólicos o MET, un indicador de la cantidad de energía que el cuerpo gasta durante el ejercicio. Las actividades más vigorosas requieren mayor producción de energía (MET más altos), una mejor tolerancia al ejercicio y un nivel de condición física superior.

"El 'FIT Treadmill Score' es fácil de calcular y no cuesta nada más allá del costo de la prueba de esfuerzo", subraya el autor del estudio Michael Blaha, director de investigación clínica en el Centro Ciccarone de Johns Hopkins para la Prevención de la Enfermedad Cardíaca. "Esperamos que la puntuación se convierta en uno de los pilares de los cardiólogos y los centros de atención clínica primaria como una manera significativa para ilustrar el riesgo entre los que se someten a pruebas de esfuerzo cardiaco y animar a las personas con resultados pobres a ser más activos físicamente" añade.

Las pruebas de esfuerzo, comúnmente utilizadas para determinar quién necesita pruebas cardiacas invasivas e informar las decisiones de tratamiento, miden cómo responden el corazón y los pulmones al esfuerzo físico, mientras que una persona está caminando en una cinta de forma progresiva hacia una mayor velocidad e inclinación. El test se detiene cuando una persona llega al punto de agotamiento o desarrolla dolor en el pecho, mareos o alteraciones del ritmo cardiaco.

A las personas que tienen resultados anormales en los trazos del ECG durante el ejercicio o que presentan síntomas de tensión anormal del corazón durante la prueba se les realiza una angiografía, un procedimiento invasivo para examinar el interior de los principales vasos sanguíneos del corazón. En el caso de los que tienen lecturas de ECG normales y sin síntomas alarmantes mientras hacen ejercicio, se dice que tienen resultados "normales" y, por lo general, no requieren más pruebas.

Sin embargo, según los investigadores, los nuevos datos muestran diferentes grados de aptitud entre los que tienen resultados "normales" en las pruebas de estrés que revelan pistas sobre la salud cardiovascular y respiratoria y, por lo tanto, el riesgo general de muerte en el tiempo. "Creemos que nuestra puntuación FIT refleja la compleja naturaleza de la salud cardiovascular y puede ofrecer importantes conocimientos a los médicos y pacientes", añade Ahmed.

Para el estudio, el equipo analizó información de 58.020 personas, entre 18 y 96 años, de Detroit, Michigan, Estados Unidos, que se sometieron a pruebas de esfuerzo estándar entre 1991 y 2009 para la evaluación del dolor en el pecho, dificultad para respirar, desmayos o mareos. Luego, los investigadores rastrearon cuántos de los participantes dentro de cada nivel de condición física murieron por cualquier causa durante la siguiente década.

Los resultados revelan que entre las personas de igual edad y sexo, el nivel de su condición física medida por MET y el ritmo cardíaco máximo alcanzado durante el ejercicio fueron los mayores indicadores de riesgo de muerte. El nivel de condición física era el predictor más poderoso de muerte y supervivencia, incluso después de tener en cuenta otras variables importantes como la diabetes y los antecedentes familiares de muerte prematura, un hallazgo que pone de relieve la importancia de la aptitud del corazón y los pulmones.