Se trata de un estudio liderado por el español David Gallego-Ortega, ahora en el Instituto Garvan de Investigación Médica de Sídney (Australia), junto al profesor Christopher Ormandy quiénes explican la doble cara de la proteína. 

La proteína, llamada Elf5,  es imprescindible para la lactancia materna, una función que ya fue descrita por Ormandy en 2008: en condiciones normales, durante el período de gestación, Elf5 entra en funcionamiento preparando a las células de mama para la producción de leche durante la lactancia, explica Gallego-Ortega.

Pero en las células de cáncer de mama esta proteína adquiere un papel pro-tumoral produciendo metástasis, señala este investigador.

Este investigador detalla que el gran problema en cáncer de mama es la aparición de lesiones secundarias, metástasis, que son las que acaban con la vida del paciente.

"La cara negativa de Elf5 es que células que la expresan son capaces de engañar al sistema inmune para que se produzca inflamación en el tumor y como consecuencia a esta inflamación se incrementa la aparición de metástasis" explica el experto.