La prueba causó, también, cambios duraderos en el microbioma intestinal de la madre, que se lo trasmitió a los hijos, los que desarrollaron la enfermedad, por el contrario de los ratones adultos, a los que se les suministró antibiótico pero no aumento su inflamación.

Los ratones recién nacidos heredaron una población muy alterada y sesgada de microbios en el intestino, lo que haría a las crías muy susceptibles al desarrollo de colitis, pero no las madres, según los expertos.

Estudios anteriores habían sugerido que la exposición a antibióticos durante el periodo de lactancia temprana aumenta el riesgo de enfermedades inflamatorias intestinales en humanos, sin embargo, esta evidencia no se ha demostrado en muchas ocasiones porque los experimentos en mujeres embarazadas y lactantes suelen ser variables.

A pesar de esto, los investigadores afirman que es un estudio en animales, y que no tiene por qué pasar lo mismo en personas, concretamente en mujeres embarazadas o lactantes, porque muchas veces son necesarios para tratar infecciones bacterianas peligrosas, pero sí debería servir como recordatorio para evitar el uso casual e indiscriminado de los antibióticos.