La cáscara de la semilla del aguacate cuenta con una gran cantidad de compuestos medicinales que podrían ser utilizados para tratar enfermedades como el cáncer, las cardiovasculares y otros trastornos, pero la gente la considera un desperdicio.

Se estima que cada año se cosechan cerca de 5 millones de toneladas de aguacates en todo el mundo, y solo en Estados Unidos se consumen al menos 861 millones de kilos, según los datos del Hass Avocado Board.

Normalmente se consume la carne del fruto y la semilla se deshecha, pero ahora algunos productores comienzan a extraer el aceite apto para el consumo, aunque en estos casos también la corteza se quita.

En un estudio, los científicos trataron de averiguar más sobre las propiedades de ese recubrimiento. Para ello molieron más de 300 cáscaras secas de semillas hasta obtener más de medio kilo de polvo. Lo procesaron y ese polvo produjo tres cucharaditas de aceite, y un poco más de 28 gramos de cera. Lo analizaron y lograron identificar compuestos que no estaban presentes en la semilla, sino unos 116 en el aceite y otros 16 en la cera.

Entre ellos encontraron la presencia de alcohol behenílico o docosanol, utilizado en muchos medicamentos antivirales, el heptacosano, que inhibe el crecimiento de células tumorales, o el ácido dodecanoico, que puede reducir el riesgo de aterosclerosis.

En la cera los investigadores encontraron ftalato de butil-butilo, un plastificante utilizado para promover la flexibilidad en numerosos productos sintéticos, el Bis (2-butoxietil) ftalato, que se utiliza en cosmética; o el hidroxitolueno butilado (BHT), que es un aditivo alimentario.

Con este descubrimiento se permitirá utilizar varios de estos compuestos naturales para el uso de mejores medicamentos con menos efectos secundarios.