María Teresa, una enferma de ELA a la que tardaron dos años en decirle que tenía la enfermedad, ha ido perdiendo poco a poco la fuerza en sus piernas hasta acabar en silla de ruedas.

Sabe que por el momento su enfermedad no tiene cura, pero un nuevo fármaco le ha devuelto la esperanza. Se llama Tirasemtiv y los médicos creen que podría ralentizar el deterioro de los pacientes.

600 enfermos de ELA de todo el mundo están participando en este ensayo clínico, y 25 de ellos son españoles. Durante un año probarán la eficacia de este nuevo tratamiento, que en estudios anteriores ya dio buenos resultados.

El objetivo es ganar tiempo hasta que aparezcan tratamientos más efectivos, pero para ello es imprescindible la investigación. Los enfermos reclaman un mayor compromiso a las autoridades sanitaria para ganarle la batalla a la enfermedad.