"Una de las principales barreras para tratar y prevenir el VIH es la adhesión" al tratamiento, explicaron los expertos. Además analizaron estudios que demuestran que un significativo porcentaje de pacientes no son constantes en la toma de dosis de medicamentos.

Para hacer frente a este problema, los científicos han diseñado una cápsula que funciona como un mini pastillero y que solo es necesario tomarla una vez a la semana.

Este tipo de sistema no solo podría mejorar la adherencia de los pacientes a su programa de tratamiento, sino que también podría emplearse por personas en riesgo de exposición al VIH para ayudar a prevenir que se infecten, según han explicado los creadores.

El equipo de expertos creía que una cápsula similar, que desarrollaron en 2016, podría ser la clave para el tratamiento del VIH.

Esta cápsula consistía en una estructura en forma de estrella cargada con medicamentos, doblados hacia adentro y envueltos en una capa lisa. Después de que ingerir la cápsula, los brazos se despliegan y libera su carga.

En un estudio previo, los científicos encontraron que estas cápsulas podrían permanecer en el estómago hasta por dos semanas y que se podía adptar para suministar medicamentos contra el VIH.

Así, los investigadores diseñaron una nueva versión y fue probada en cerdos con éxito ya que las cápsulas pudieron alojarse en el estómago y liberar tres medicamentos diferentes contra el VIH durante una semana.

Una vez se libere todo el medicamento, las cápsulas se desintegran en componentes más pequeños que pueden pasar a través del tracto digestivo.

Traverso y Robert Langer, profesor del Instituto David H. Koch en el MIT, son los autores principales del estudio, que se detalla en un artículo publicado en 'Nature Communications'. Otros coautores principales del artículo son el investigador postdoctoral del MIT Ameya Kirtane y el académico visitante Omar Abouzid.