Los investigadores han descubierto que las células madre cancerosas existen en más de un estado y son muy plásticas, lo que significa que pueden cambiar de forma, moviéndose hacia adelante y hacia atrás entre un estado inactivo y un estado de rápido crecimiento. Esta plasticidad es responsable de las dos características clave del cáncer: multiplicación y propagación.

Por ello, los expertos explican que van a necesitar terapias de células madre múltiples para atacar múltiples formas de células madre. El metabolismo celular controla este cambio.

Las células madre del cáncer extraen energía en ambos sentidos. En estado latente, usan glucosa; en estado proliferativo, dependen del oxígeno.

Entonces, los científicos atacaron el metabolismo en ambos sentidos. Usaron un medicamento utilizado actualmente para tratar la artritis que se sabe que bloquea las mitocondrias y manipularon la glucosa para bloquear ese camino. Lo probaron en ratones con cáncer de mama y descubrieron que podían destruir las células madre, como informan en un artículo que se publica en 'Cell Metabolism'.