Es el sexto cáncer más común del mundo, pero el cáncer de cabeza y cuello es todavía un desconocido para muchos. "Desde la parte superior de la nariz hasta la región de unión de la tráquea con el esófago, pero tiene diferentes localizaciones con diferentes causas y tratamientos", explica Raimundo Gutiérrez, jefe del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Rey Juan Carlos.

De todos ellos, el cáncer de orofaringe, comúnmente asociado al tabaco y al alcohol, es cada vez más habitual entre los jóvenes. El motivo: su reciente relación con una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes, el virus del papiloma humano, transmitido en prácticas de sexo oral. La prevención de enfermedades de transmisión sexual por boca está al alcance de todos, y hay opciones más allá del preservativo masculino, como las barreras de látex.

"Es como una pequeña sábana donde no se permite el intercambio de fluidos", cuenta Nieves Guerra, dependiente de 'Los placeres de Lola'. El virus del papiloma humano se relaciona con el desarrollo de cánceres como el de cuello uterino, ano y orofaringe, pero no es sinónimo de cáncer. Por ello, los expertos rehuyen de la alarma social. "Hay 400 variedades de virus, pero realmente solo unos cuantos son patógenos.

Hay mucha más población que tiene el virus, pero que no desarrolla tumores", detalla el doctor Gutiérrez. El dolor de garganta y en la boca, los cambios de voz o la dificultad para tragar son algunos de los síntomas para detectarlo. De acuerdo con la Asociación Española de Pacientes de Cáncer de Cabeza y Cuello, dos de cada tres se diagnostican tarde.