Una intervención pionera que ha consistido en la extracción natural del paciente y la implantación en su lugar de uno artificial completo.

El enfermo, que padecía una miocardiopatía dilatada severa con fallo biventricular que empeoraba progresivamente su estado de salud, continúa ingresado con una evolución favorable. 

Durante la cirugía, que duró más de 8 horas, el corazón fue sustituido por otro 'de plástico', junto a una consola fija que programa las funciones y sirve de motor de bombeo, lo que permitirá mejorar su situación hasta tolerar un trasplante de corazón humano.

El dispositivo sustituye la función completa del corazón generando pulso cardíaco, puede transportarse en una mochila y está alimentado por dos baterías que le confieren una autonomía de tres horas, si bien la conexión durante el tiempo que el paciente permanezca en la cama se realiza a la red eléctrica.

Pero esta medida es temporal, y en un tiempo, el paciente será sometido a un trasplante cardíaco, dado su estado de salud, y que llevaba más de un año en lista de espera para encontrar un donante. 

El trasplante podrá realizarse cuando el paciente  esté en condiciones de soportarlo, lo que podría ocurrir en cuatro o cinco meses, según han explicado los médicos.