Los investigadores, dirigidos por Elizabeth Kagan Arleo, de 'Weill Cornell Medicine' y 'New York, Presbyterian', y R. Edward Hendrick, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos,utilizaron distintos modelos informáticos para estimar los posibles efectos de tres esquemas de cribado: exámenes anuales a partir de los 40 años; exámenes anuales entre los 45 y los 54 años, con posterior revisión bienal de los 55 a los 79 años; y exámenes bienales entre los 50 y los 74 años.

Los investigadores calcularon cuántas muertes por cáncer de mama podrían evitarse con estos esquemas de cribado. Tras analizar los resultados, el examen anual a partir de los 40 años sería la opción en la reducción de muertes por cáncer de mama. En concreto, se reduciría casi un 40% en comparación con el 23 y el 31% de las otras recomendaciones.

"Nuestros hallazgos son importantes y novedosos porque es la primera vez que las tres recomendaciones más discutidas para la mamografía de cribado se han comparado cara a cara, subraya Arleo. Nuestra investigación tendría un buen uso si, debido a nuestros hallazgos, las mujeres optaran por iniciar la mamografía anual de cribado a partir de los 40 años. A largo plazo, esto sería importante porque menos mujeres morirían de cáncer de mama".