Se trata de un importante paso para en el ámbito de los trasplantes de médula y es una modalidad que se realiza, cada vez más, con más frecuencia ya que presenta buenos resultados.

En este tipo de trasplante, el donante es compatible con el receptor solo en un 50%, por lo que constituye una alternativa a tener en cuenta para aquellos pacientes que carecen de un donante emparentado o no emparentado, con una compatibilidad aceptable, o que necesitan recibir el trasplante de forma urgente, según ha explicado el presidente del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético y Terapia Celular (GETH), Carlos Solano.

La principal ventaja de este procedimiento es la rápida disponibilidad de conseguir un donante para la mayoría de los pacientes que necesitan uno.

Por otro lado, el mayor inconveniente es la no disposición de resultados a largo plazo en comparación con los otros tipos de Trasplante Hematopoyético.

"Cada día se tienen más datos que apuntan que los microbios que colonizan el organismo humano sin causar enfermedad (la microbiota) condicionan la respuesta a infecciones y, dependiendo de su composición, facilita o dificulta distintas enfermedades, entre las que se incluyen las autoinmunes", ha explicado el doctor Solano.

En el caso concreto de los trasplantes de médula ósea, se ha observado una relación entre la composición de la microbiota y el desarrollo de ciertas complicaciones post-trasplante, como la enfermedad de injerto contra huésped (EICH), y en el futuro podrá modificarse para evitar dichas complicaciones.

El doctor Solano también ha resaltado todo lo que se ha conseguido, hasta el momento, gracias al Plan Nacional de Médula Ósea: en solo tres años se ha conseguido duplicar e número de donantes de médula en España, superando los 270.000 en todo el territorio nacional.