A Rosario Juez, que padece una retinosis pigmentaria, le implantaron en el Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) de Barcelona el primer chip de retina Iris II y, desde entonces, ha tenido que seguir un proceso de aprendizaje para estimular su nueva "visión biónica".

La paciente ha completado su proceso de rehabilitación visual y ha superado con éxito los test de evaluación del dispositivo ya que "Rosario Juez ha pasado de la oscuridad absoluta debido a la retinosis pigmentaria a percibir estímulos luminosos que le permiten ubicar y distinguir objetos". La mujer ha aprendido a asociar la visión biónica, que ella misma ha descrito como "puntos e hilos de colores", a la visión real, según ha informado el IMO.

 

Según los oftalmólogos que la operaron, su experiencia ha corroborado los resultados del ensayo clínico multicéntrico llevado a cabo para probar la eficacia y seguridad del chip de retina, diseñado por Pixium Vision.

La especialista en baja visión y responsable de la rehabilitación visual de Juez, Carol Camino, ha explicado que tras 40 horas de entrenamiento en consulta combinadas con prácticas en su casa la mujer ya localiza y orienta objetos, detecta movimientos, y reconoce diferentes tipos de formas, tamaños y contrastes.

En su hogar, Rosario Juez dice que puede saber cuándo se ha dejado la luz y el televisor encendidos o dónde está su perro guía, mientras que al salir a la calle cuenta con una ayuda complementaria para sortear obstáculos, como árboles, bancos, papeleras, farolas o bordillos de las aceras. "Mi hija también padece retinosis pigmentaria y todavía le queda mucho por delante. Espero que no tenga que llegar a mi situación, pero quiero que vea que hay esperanza", ha afirmado la mujer, que denuncia que "hay muchos escollos para las personas invidentes, por lo que cualquier mejora o facilidad es importante a la hora de ganar un poco de autonomía".

El doctor Borja Corcóstegui, involucrado en los estudios iniciales del chip de retina hace más de 20 años, investigador principal del ensayo clínico con el Iris II y que fue quien le implantó el chip a Rosario Juez, ha concluido: "Este es un paso más dentro de la compleja tecnología de la visión biónica para llegar a ofrecer una solución efectiva a pacientes con ceguera".