El humo del tabaco contiene muchas sustancias químicas y partículas que irritan las vías respiratorias y a los pulmones. Cuando un fumador inhala estas sustancias, el cuerpo trata de eliminarlas al producir mucosidad y al toser, señala la American Cancer Society.

El cuerpo intenta eliminar esas sustancias nocivas pero algunas partículas del humo del tabaco permanecen en los pulmones y la mucosidad se queda en las vías respiratorias.

La tos del fumador se desecadena, en un primer momento, por la irritación provocada por la inhalación del humo del tabaco.

El peligro se eleva cuando tos puede ser la manifestación de una neoplasia que infiltra la pared respiratoria como es el caso de varios tumores.

El especialista del departamento de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra, el doctor Juan Bertó, wexplica que hay que estar alerta por si estuviéramos ante una patología tumoral, al mismo tiempo que puede convertirse en una manifestación de la EPOC.

"Se estima que la EPOC es la tercera causa más frecuente de muerte en el mundo en el año 2020. Es por ello que uno de los pilares fundamentales en el tratamiento de esta enfermedad sea dejar de fumar. Todo fumador con tos diaria debería acudir a su Neumólogo de referencia para ser valorado", ha explicado el especialista.