En España, 1,2 millones de personas padecen Alzheimer. De éstos, entre un 9 o 10% (unos 120.000 afectados), ha sido diagnosticado antes de cumplir 65 años, una situación que hace que muchos de los que todavía están trabajando se vean obligados a abandonar su puesto de trabajo por la propia dinámica laboral.

Muchos quieren seguir activos pero no tienen opción, ni por la empresa ni por su entorno laboral, según denuncia CEAFA. Desde la asociación se reclama la necesidad de establecer itinerarios laborales específicos para que los afectados puedan adaptar la actividad laboral a sus capacidades. Además, piden a las empresas que se adapten también a las necesidades de sus trabajadores y favorezcan la inclusión de estos pacientes.

A estos problemas hay que añadir que, hasta un 30% de los cuidadores de estos pacientes deben ajustar su jornada laboral para atender bien sus necesidades y un 12% deben dejar el trabajo de forma completa, lo que conlleva un enorme impacto económico para las familias, ya que el cuidado de la enfermedad tiene un coste estimado de unos 31.000€ anuales. De hecho, el impacto económico que supone padecer la enfermedad, junto con el decrecimiento de los ingresos, hace que se detecten casos de pobreza asociados a la enfermedad.

Desde CEAFA defienden que un diagnóstico temprano no debe ser la excusa para abandonar la vida social que el paciente ha desarrollado hasta la fecha, ya que incluso estar activo puede ser un factor preventivo y terapéutico frente al deterioro cognitivo que causa la enfermedad. Por este motivo piden que se cambie la mirada con la que las personas vemos la enfermedad y sus afectados, y no verla como algo excluyente, sino todo lo contrario.

El Ministerio de Sanidad está trabajando en el Plan Nacional de Alzheimer, en el que intentarán poner al mismo nivel las opiniones tanto de cuidadores como de pacientes, con el que los expertos se han mostrado muy esperanzados, aunque por el momento no tiene fecha de presentación.