El doctor Diego Plaza, del servicio de hemato-onoclogía pediátrica del Hospital Universitario La Paz de Madrid ha participado en la 'Jornada de participación socio-laboral de los jóvenes con cáncer superado' y ha recordado que haber recibido tratamiento contra el cáncer en la infancia tiene "algo de impacto" sobre la vida del adulto, de manera que dos tercios de los pacientes percibe algún tipo de alteración en la calidad de vida, aunque las secuelas importantes son poco frecuentes. 

Si se excluye el riesgo de recurrencia, las principales enfermedades graves que pueden mostrar los supervivientes de cáncer infantil son la generación de segundas neoplastias o problemas cardiovasculares, con una incidencia más precoz de lo normal. 

Los efectos tardíos más típicos corresponden a alteraciones sobre el crecimiento y el desarrollo, provocadas principalmente por la aplicación de radioterapia, que están presentes en aproximadamente la mitad de los pacientes.

Así, se estima que el 15% de los supervivientes son de talla baja y sus índices de obesidad también son bastante frecuentes. A esto hay que añadir alteraciones en la función reproductora, que afectan a un tercio de los pacientes y, que en el peor de los casos, pueden llegar a provocar infertilidad en los hombres y menopausia precoz en las mujeres.

Además, el doctor ha explicado que el hecho de haber padecido un cáncer de niño aumenta la posibilidad de tener otro en la vida adulta, debido también a la radioterapia recibida. "Se estima que a los 30 años de haber acabado los tratamientos hasta un 8% de los pacientes podrían desarrollar algún tipo de neoplasia de alto grado", ha afirmado Plaza. 

De entre ellos, ha destacado el cáncer de mama y el de tiroides como las segundas neoplastias más comunes, así como la multiplicación de algunos tumores raros como el meningioma. 

Para intentar evitar estos efectos tardíos, ha incidido en la importancia del seguimiento a largo plazo de esta población con "riesgo especial", además de disminuir las dosis de radioterapia en los casos que sea posible y la protección de los órganos más sensibles durante su práctica.