Un estudio de las instituciones médicas Johns Hopkins llegó a la conclusión de que los hombres jóvenes que reaccionaban ante el estrés con ira tenían tres veces más riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca prematura. Estos hombres eran también cinco veces más propensos a tener un ataque cardíaco precoz incluso sin signos de enfermedad cardíaca.

En este trabajo de investigación, más de 1.300 hombres fueron estudiados por más de tres décadas, comenzando cuando estaban en la facultad de Medicina. 

Los investigadores concluyeron que los temperamentos más fuertes predecían la enfermedad cardíaca mucho tiempo antes de que lo hicieran los marcadores como la diabetes o la hipertensión.

Las personas que se enfadan a menudo y fracasan en la gestión de estas emociones son más propensas a tener problemas cardíacos, incluyendo el ataque cardíaco, muestran las investigaciones de la Johns Hopkins y otras instituciones de salud importantes.

Los investigadores de las Instituciones Médicas Johns Hopkins explican desde su web algunos consejos para prevenir este tipo de enfermedades:

1. Toma distancia
Tomarse las cosas con más calma o si hay una situación, en concreto, que nos enfada, es muy recomendable contar hasta 10.  Este sencillo consejo puede ayudarte a romper con el hábito de reaccionar con irritación.

2. Busca ser asertivo y no agresivo
Puedes posicionarte en tu opinión y expresar tus sentimientos sin gritar, apuntar con el dedo, hacer amenazas y mostrar los puños cerrados. Estas respuestas emocionales exageradas no son necesariamente constructivas para hacer valer tu opinión o conseguir tus objetivos. Lo único que se consigue al final es que la otra persona esté a la defensiva o que también se enfade.

3.Aprende herramientas de relajación
Tácticas como la respiración profunda pueden ayudarte en el calor del momento. Acudir a clases de meditación o yoga puede también ser una ayuda para relajarte en general.

4. Reducir tus factores de riesgo cardíaco
Si eres propenso a la ira, es una buena idea trabajar para controlar los factores de riesgo más importantes como la presión sanguínea y el colesterol, señala Wittstein.   

5. Habla con tu médico
Además de gestionar los factores de riesgo cardíaco es posible controlarlos, como el colesterol alto, si tienes antecedentes de enfermedad cardíaca y problemas controlando la ira, hay algunas evidencias de que los beta-bloqueadores podrían reducir el riesgo de ataque cardíaco. Tu médico podría aconsejarte sobre dónde acudir para que te ayuden a controlar la ira y aprender a reaccionar de forma más constructiva.