Las empresas españolas no logran reducir sus emisiones contaminantes en 2012 sobre 2011. Esto se produce en gran medida por los cambios en el mix energético, según un informe que apunta a un riesgo real del aumento de emisiones en un futuro de recuperación económica.

Pese a que empresas han informado "más que nunca" sobre sus emisiones y creen que el cambio climático no es un tema coyuntural, "no hay una reducción significativa de las emisiones y preocupa su repunte cuando mejore la economía", ha advertido el director ejecutivo de la Funcación ECODES, Víctor Viñuales. ECODES ha elaborado el documento a partir de evaluaciones de Pricewaterhouse (PwC) a las respuestas de la organización sin fines de lucro CDP (antiguamente conocida como Carbon Disclosure Project). 

En 2012, al igual que en 2011, la intensidad de carbono de España y Portugal aumentó por el cambio en el mix energético. Así, las emisiones totales declaradas por las empresas que contestaron al cuestionario apenas han variado respecto a 2011 y, además, la mayoría de ellas se deben a factores circunstanciales (como desinversiones) o la reducción de la actividad industrial. 

En cifras, esto se traduce en un aumento del 10% de los objetivos de reducción a corto plazo de las compañías españolas, mientras que los objetivos a largo plazo han disminuido en un 26% y el número de iniciativas de reducción a largo plazo en un 27 %. 

El último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC) subraya que si no hay cambios sustanciales en el modo de operar de las empresas, será muy dificil limitar el aumento de temperatura a los 2 grados (umbral aceptado por la ciencia y los gobiernos como el límite necesario para evitar los peores efectos del cambio climático). 

Aunque la mayoría de las empresas de los sectores menos intensivos en energía primaria han bajado sus emisiones (salud, financiero…), las del sector energético y electricidad las han incrementado. Estas últimas citan diversas razones para explicar dicho aumento: todas las eléctricas aluden a los últimos requerimientos legales que en España han tenido como consecuencia el aumento del consumo de carbón frente a otras fuentes de energía primaria menos intensivas en carbono.