España cuenta con más de 8.000 km de costa, donde viven unas 23 millones de personas, casi el 60% de la población española.

En nuestro país, el nivel del mar ha aumentado entre 2 y 3 mm/año en el norte de la Península en la segunda parte del siglo XX. En el Mediterráneo, desde la década de los 90, ha subido entre 2,4 y 8,7 mm/año.

La temperatura superficial del mar ha aumentado en el 70% de las costas del planeta. Este calentamiento se relaciona con el blanqueamiento y la mortalidad masiva de los corales. Los episodios de temporales aumentan en intensidad y frecuencia y disminuyen las precipitaciones, aunque serán más intensas y torrenciales.

En España, las zonas costeras son las que cuentan con una mayor densidad de población, además del peso socioeconómico de estas áreas, debido en buena medida al turismo, que es de vital importancia para el conjunto del país.

El calentamiento del planeta está produciendo cambios en la distribución de los ecosistemas costeros y marinos, desplazando y alterando importantes hábitats, como manglares, lagunas costeras o humedales. Pero también está produciendo un aumento en la tasa de mortalidad de especies y cambios en la distribución de la fauna, fenómeno conocido como “tropicalización”.

La intrusión salina es otro de los impactos asociados al aumento del nivel del mar en las zonas costeras, y los mayores impactos se producirán en el delta del Ebro, debido en parte a la reducción del caudal del río, que cambiará la dinámica hídrica y sedimentaria del delta.