Los Veintiocho han respaldado por unanimidad una nueva legislación comunitaria para reducir la presencia de gases flourados en la atmósfera, dando respuesta así a una propuesta realizada por la Comisión Europea en el Parlamento Europeo. 

Las nuevas medidas proponen la reducción escalonada de la venta de los gases fluorados más importantes hasta alcanzar, en 2030, niveles cercanos al 20% actual y consiguiendo una reducción de dos tercios en las emisiones a la atmósfera para esa fecha.

"Esta legislación estimulará el desarrollo tecnológico y la innovación en la industria europea", ha declarado la comisaria de Acción por el Clima, la danesa Connie Hedegaard. En este sentido, la nueva legislación prohibirá su uso en neveras, espumas o aerosoles, entre otros, y exigirá la recuperación de los gases al final de la vida de los equipos.

"Espero que este acuerdo dé un nuevo impulso político a un acuerdo global en virtud del Protocolo de Montreal", añadió la comisaria.

Los gases flourados son unos de los principales causantes del efecto invernadero y su influencia en el calentamiento de la atmósfera es "hasta 23.000 veces más potente que el dióxido de carbono", aunque solo representan el 2% de las emisiones contaminantes, según datos del Ejecutivo.

No obstante, el uso de estas sustancias se ha incrementado en un 60% desde 1990 debido a su instalación generalizada en equipos de refrigeración, aislantes y sistemas eléctricos o de protección contra incendios, "mientras que la presencia de otros gases de efecto invernadero se ha reducido", afirmó la Comisión.