La media europea de emisión para estos vehículos quedó con esta bajada en los 140 gramos por kilómetro (g/km), muy cerca de los 130 g/km que se marcan como objetivo los Veintisiete para 2015, por lo que la Comisión Europea (CE) cree que se logrará alcanzar esa meta incluso antes de lo previsto.

El descenso fue mayor en 2009 (5,1 %), pero el Ejecutivo de la Unión Europea (UE) recuerda que en ese caso se debió fundamentalmente a la crisis económica.

La comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, consideró que estas cifras estimulan a la industria del automóvil para introducir en el mercado coches más respetuosos con el medio ambiente y destacó que las innovaciones son además una forma de asegurar que la UE sigue siendo competitiva en un contexto global.

Los datos publicados también revelan que el peso medio de los coches ha aumentado en 28 kilogramos. Según la organización ecologista Transport & Environment, de no haberse producido ese incremento en el peso la reducción de las emisiones habría sido del 5 %, ya que los coches más pesados gastan más.

El transporte por carretera genera alrededor de la quinta parte de las emisiones de toda la UE y los turismos en concreto son responsables de la mitad de las emisiones del transporte.

La expulsión de CO2 a la atmósfera por el transporte por carretera creció un 29 % entre 1990 y 2007. En 2008, las emisiones de este sector se redujeron por primera vez desde 1990 hasta situarse un 25 % por encima de los niveles de ese año.

Para reducir el impacto de estas emisiones, la UE aprobó en 2009 una normativa que obliga a todos los turismos nuevos a respetar un nivel de emisión de 130 g/km a partir de 2015 o a pagar una multa.

No obstante, la CE permitió una adaptación gradual a la norma, de manera que en 2012 sólo el 65 % de los coches del fabricante tengan que respetar la norma, el 75 % en 2013, el 80 % en 2014 y finalmente el 100 % en 2015.