La investigación se va a canalizar a través de la Asociación de Apicultores de Salamanca, en colaboración de unos laboratorios de Granada, según ha informado su presidente, Castor Fernández.

La Asociación de Apicultores de Salamanca, con la colaboración de unos laboratorios de Granada, han decidido poner en marcha un estudio en el que analizan el comportamiento de las abejas y los factores que provocan su muerte, colocándole un microchip.

El microchip es rectangular, mide 2 milímetros de largo y 1,5 milímetros de ancho, y estará conectado de forma inalámbrica con un dispositivo situado en la piqueta (agujero de entrada y salida) de la colmena, para saber las veces que entra y sale al día la abeja. Las abejas seleccionadas llevan un microchip en la parte del tórax de donde se van a obtener datos a diario.

El 30% de las abejas mueren a causa del "desabejamiento", que hace que las abejas se mueran y se pierdan numerosas colmenas, que luego son muy difíciles de recuperar. Esta enfermedad, aún por diagnosticar, provoca que las abejas mueran por agotamiento, después de los quince primeros días de la floración. 

SOMETIDAS A PRUEBAS DE ESTRÉS
Las abejas experimentales tendrán colocados los microchip entre uno y dos años y también serán sometidas a pruebas de estrés, mediante la colocación de cera limpia y cera contaminada en el interior de las colmenas.

VARROA DESTRUCTOR
Otro de los objetivos del estudio es el de acabar con el efecto devastador del ácaro denominado "varroa destructor", que es capaz de introducirse entre los alveolos de los panales.

Según los apicultores salmantinos, cuando la reina pone los huevos en los alveolos del panal, la "varroa" se mete en ellos antes de que la abeja los cierre con cera y cuando a los 21 días nacen las crías, estos ácaros se comen las patas y las alas y, por tanto, las abejas obreras nacen con malformaciones.

SALAMANCA, CONCENTRACIÓN DE APICULTORES
En la provincia de Salamanca se concentra la mitad de los apicultores de Castilla y León, con un total de 488 profesionales, donde están registradas 260.737 colmenas, de las poco más de 400.000 que hay en toda la región.

La producción de miel salmantina se exporta, sobre todo, a Alemania, ya que es el país que más demanda la miel que aquí se elabora.

Una de las variedades de miel más demandada y más cara en el mercado es la miel de encina, que se recoge entre finales de agosto y principios de septiembre.