El informe [R]evolución Energética: una perspectiva energética mundial sostenible, detalla de forma práctica cómo reducir emisiones de CO2 mientras se logra crecimiento económico al reemplazar los combustibles fósiles con energías renovables y eficiencia energética. La eliminación de los combustibles fósiles conlleva beneficios sustanciales como seguridad energética e independencia de los precios del mercado mundial de combustibles, así como la creación de millones de nuevos empleos verdes.

Basándose en los datos del informe, Greenpeace pide al Gobierno español que apueste sin ninguna duda por las renovables como sector clave para salir de la crisis económica y ambiental. Este mes de junio es decisivo para el futuro de las renovables en España, ya que el Gobierno ha amenazado con reducir drásticamente los incentivos a las energías limpias y debe presentar ante Bruselas el nuevo plan de energías renovables 2020 antes de fin de mes. Greenpeace considera que la propuesta del Gobierno en su “mix de Zurbano” (43% de electricidad renovable en 2020) sería un primer paso en la dirección correcta que de ningún modo se puede recortar.

El escenario de [R]evolución Energética muestra cómo crear unos 12 millones de empleos, de los cuales 8,5 millones en el sector renovable por sí solo, para 2030. Es decir, se crearían un 33% más (3,2 millones) de empleos en el sector eléctrico de los que se crearán si seguimos como hasta ahora, en que se pronostica que  los empleos mundiales del sector eléctrico serán 8,7 millones, de los que la electricidad renovable creará 2,4 millones.

El mercado mundial anual de la tecnología renovable aumentará de unos 100.000 millones de dólares actualmente a más de 600.000 millones para 2030. Para hacer realidad la [R]evolución Energética se necesita un sistema en el que los costes de inversión se compartan equitativamente dentro de un acuerdo mundial de reducción de emisiones. Un mecanismo de este tipo, que se discute en el informe, es el llamado “Greenhouse Development Rights” (3), que calcula el reparto por países de las obligaciones de reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero basándose en una combinación de responsabilidad (contribución al cambio climático) y capacidad (de pago).

Las emisiones mundiales bajo el escenario de [R]evolución Energética alcanzarían su cénit en 2015 y caerían a partir de entonces. Comparadas con 1990, las emisiones de CO2 disminuirán más del 80% para 2050 si el suministro energético se basa casi completamente en energías renovables. Para 2050 alrededor del 95% de la electricidad podría producirse con energías renovables.