Con esta acción, la organización ecologista pide al Gobierno y a la Junta de Andalucía un compromiso firme de demolición antes del fin de la legislatura cuando se cumplen tres años de la sentencia que declara ilegal la licencia de obras.

En concreto, Greenpeace busca que ese acuerdo, con el que se comprometan ambas partes al inmediato derribo del hotel, sea rubricado en el Consejo de Ministros del próximo viernes día 9.

Con ese propósito, la organización ecologista ha remitido esta mañana un fax a la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Rosa Aguilar, y al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, para pedirles la "inmediata demolición del hotel".

La organización ecologista también reclama al Gobierno andaluz que "se retire de todos los pleitos donde defiende que la parcela de El Algarrobico es urbanizable", ha indicado en un comunicado.

Como medida de presión, Greenpeace, que ha iniciado una recogida de firmas junto con otras organizaciones como Salvemos Mojácar y Ecologistas en Acción, ha convocado una manifestación en la playa de El Algarrobico el próximo miércoles, a las 20.00 horas.

Los activistas que han tomado esta mañana "de forma pacífica" el complejo hotelero han instalado una "oficina cien por cien sostenible y respetuosa con el medio ambiente", que mantendrán "hasta que exista un compromiso por escrito de las administraciones".

Asimismo, van a desplegar una pancarta de 30 metros con el mensaje "¿A qué esperan?" y van a realizar diferentes actuaciones "para mejorar la imagen del edificio", con la colaboración del artista "3ttman".

"Comienza la cuenta atrás para que el Gobierno de Zapatero demuestre si todavía quiere hacer política ambiental o ser recordado como el que permitió la existencia de este icono de la destrucción del litoral y la especulación urbanística", ha declarado la responsable de la campaña de Costas de Greenpeace, Pilar Marcos, a través un comunicado.

La organización considera que, "con más de media docena de resoluciones judiciales en contra, la Administración no puede escudarse más en la justicia para no ejecutar el derribo".

Greenpeace ha precisado que los activistas no han accedido a un hotel, "sino a un espacio público, ya que desde 2005, por orden ministerial, se publicó el deslinde que fija la servidumbre de protección de la Ley de Costas de 100 metros, ratificada por la Audiencia Nacional en 2008 y 2009 tras los recursos del Ayuntamiento de Carboneras y la promotora del hotel, Azata del Sol, por lo que el edificio se encuentra ubicado claramente en terrenos públicos".

El complejo, que está prácticamente finalizado, cuenta con veinte plantas de altura y 411 habitaciones, y se encuentra a escasos metros del mar.