Estos expertos en nutrición proponen una dieta sostenible para España que reduciría un 25% las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la alimentación, de una forma muy sencilla: aprovechando mejor lo que comemos ya que un tercio de la comida que se produce en el mundo acaba en la basura. 

La alimentación es responsable de casi el 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE. Los alimentos procesados suelen consumir más recursos para su producción por ello es recomendable reducirlos y aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales.

Por ello, con unos pequeños cambios en los hábitos alimentarios podemos reducir nuestro impacto sobre el medio ambiente y, al mismo tiempo, tener una vida más saludable.