La eco-innovación consiste en crear productos que eviten, o al menos, que reduzcan el deterioro del entorno que nos rodea.

En Europa se ha puesto en marcha un plan de acción para la innovación ecológica, para solucionar los problemas medioambientales y crear, ya de paso, oportunidades de negocio. Por ejemplo, ya se han creado nuevos mercados para productos químicos ecológicos.

Para que sea eficaz, la eco-innovación debe estar presente en todos los sectores de la economía europea, desde la construcción hasta el turismo, pasando por la industria química. Por esto, a partir de 2014 la Comisión Europea pretende incrementar las ayudas y el apoyo a este nuevo movimiento en pro del medio ambiente para que las empresas hagan un uso más eficiente de la energía y sus recursos.