La sobrepesca ha provocado la desaparición de los ejemplares de mayor tamaño y los atuneros capturan cada vez más atunes pequeños. Esto provoca que la especie tenga más dificultades para reproducirse. Si bien, según datos de Greenpeace, sólo queda un 15 % de la población original.

Por el momento, no existen reglas que protejan esta especie. Las almadrabas, el sistema tradicional de pesca de atún rojo, se ha declarado bien de interés cultural en Andalucía.