La oficina regional de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) en la provincia de Herrera investiga la matanza de este tipo de animales protegidos para abrir un proceso administrativo a los responsables de este delito ecológico.

La administradora regional de la ANAM en Herrera, Karina Rivera, ha señalado que en la inspección de los cadáveres de los reptiles se ha constatado que a todos se les mutiló la cola y murieron desangrados.Además de los caimanes, las autoridades medioambientales hallaron en la misma zona gran cantidad de caparazones de tortugas jicotea (Trachemys scripta), a las que se les había clavado un cuchillo por un costado para extraerles la carne, explicó la ANAM.

Recordó que la ley establece multas de entre 100 y 5.000 dólares para quienes maten animales con medios atroces.

La ley panameña también contempla penas de prisión de dos a cuatro años para quienes pesquen, cacen, maten o capturen especies de vida silvestre, acuática o terrestre protegida o en peligro de extinción sin contar con los permisos correspondientes para tales efectos.