Junto con la elaboración del informe, SEO/ BirdLife ha propuesto medidas para frenar las muertes de aves en las redes de pesca. Cada año fallecen en torno a 200.000 ejemplares en Europa. Entre las medidas propuestas, despuntan la de sumergirse de noche, utilizar cebos no atractivos para las aves o usar “líneas” verticales.

Hace tres años, la organización ecologista elaboró y puso en funcionamiento un Grupo de Trabajo de Aves Marinas, que ha realizado un informe que ha demostrado cómo la caza accidental es unas de las principales amenazas para la conservación de las aves marinas. Con este trabajo, este grupo busca llevar a cabo acciones que eviten la muerte de estas criaturas sin que repercuta negativamente en el sector pesquero. Las aves no son las únicas perjudicadas, los pescadores pierden cebos y, por tanto, ven afectada su actividad.

En España, es en el litoral catalán donde más se capturan las aves de tamaño medio o pardelas de manera accidental mediante palangres (cuerda de la que penden anzuelos que intentan capturar las aves cuando se sumergen en el agua, momento en el que pueden quedarse enganchadas y morir ahogadas). Las tres especies de pardelas que se dan en el Mediterráneo (cenicienta, balear y mediterránea) corren un grave peligro cada vez que rondan y se sumergen en el litoral catalán, según los técnicos de SEO/BirdLife.

Este informe de la organización ecologista se ha publicado días antes de que el Parlamento Europeo vote la incorporación de medidas que reduzcan las muertes de las aves marinas por captura accidental, medidas ante las que estos ecologistas se muestran preocupados ya que temen que sea una versión “destilada” que no implique ningún tipo de compromiso.