La última estadística del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que contabiliza los datos hasta el 30 de noviembre, desvela que durante este ejercicio han ardido un total de 176.587 hectáreas, lo que duplica la media de los últimos diez años, de 87.385 hectáreas.

A falta de días para concluir el año, seis personas han fallecido por este tipo de siniestros; la primera fue en mayo en un incendio en la provincia de Zamora; la segunda en septiembre en Gran Canaria; y posteriormente, en octubre, se hallaron dos cadáveres en el interior de un vehículo en Pontevedra. En octubre también fallecieron un vecino de Orense mientras intentaba apagar las llamas de su corral; y se encontró el cadáver en Vigo de un hombre que sufrió una caída mortal mientras luchaba contra el fuego.

Los incendios forestales no habían causado un número de víctimas tan elevado desde el 2012, cuando el fuego se cobró 11 vidas.

Un total de 13.545 siniestros

Los datos no incluyen los siniestros que se han registrado a lo largo del mes de diciembre, entre ellos el que se produjo en Ávila el día 6 o el que está afectando durante las últimas horas a un paraje del noreste de Mallorca, y que de momento ha quemado 75 hectáreas.

Tanto el número de conatos como de incendios superan ampliamente la media del último decenio, que fue de 11.996 siniestros, de 8.040 conatos y de 3.956 incendios.

La superficie arrasada por las llamas durante los últimos meses ha sido muy superior a la media del decenio, pero no ha superado las 216.545 hectáreas que se calcinaron en el año 2012, el peor en ese sentido del decenio.

El incendio más importante de este año, por su extensión, fue el que se registró el pasado mes de agosto en La Cabrera (León), que afectó a casi 10.000 hectáreas y se convirtió en uno de los de mayores proporciones que se han producido en España en lo que va de siglo.

Fuego en Doñana

Especialmente significativo por su extensión y por el valor ecológico de la zona afectada fue el fuego que se desató en Moguer (Huelva) en junio, que arrasó casi 8.500 hectáreas (de ellas 6.761 del Espacio Natural de Doñana) y que obligó a desalojar a unas 2.000 personas.

También destacan los incendios que se han producido este año en La Granada de Riotinto (Huelva) en septiembre (3.852 hectáreas quemadas), el de Yeste-Sierra del Segura, en Albacete, que durante los últimos días de julio y primeros de agosto quemó unas 3.300 hectáreas, y fue necesario el desalojo de 190 personas.

El fuego ha arrasado un total de 176.587 hectáreas, de las que 99.967 eran de matorral y monte abierto y 65.726 hectáreas correspondían a superficie arbolada, según los datos del Ministerio de Medio Ambiente.