Cada año, son atribuibles a los óxidos de nitrógeno unas 370 muertes en España. “De ellas, unas 170, se podrían haber evitado si los motores de diésel de los automóviles hubieran cumplido con los límites establecidos” por la UE ha declarado, Jens Borken-Kleefeld del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA).

Aunque se respeten esos índices, la emisión de óxido de nitrógeno seguiría siendo más alta en los motores diésel que en los de gasolina. “Si hoy se cambiaran todos los motores diésel por otros de gasolina se podrían evitar unas 300 muertes” en España, ha asegurado el experto. Estos datos han sido publicados en la revista “Environmental Research Letters” gracias a la investigación realizada por el IIASA, el Instituto Meteorológico Noruego, la Universidad de Tecnología Chalmers de Suecia y el Centro de Coordinación para Efectos de Holanda.

Este estudio busca conocer las consecuencias que poseen las emisiones de óxido de nitrógeno que están por encima de los límites establecidos en los países de la UE, Noruega y Suiza tras la manipulación de datos de Volkswagen y otras empresas de vehículos. Los automóviles poseen un rendimiento de entre cuatro y siete veces más contaminante en la conducción real.

Este nuevo estudio estima que, cada año unas 10.000 muertes prematuras pueden atribuirse a las emisiones de óxido de nitrógeno de los automóviles, furgonetas y vehículos comerciales ligeros de motores diésel, de las que unas 5.000 se deben a que las emisiones de óxidos de nitrógeno son mucho más altas que los valores límite establecidos, según IIASA. Cuatro de cada cinco fallecimientos no se producirían si los vehículos fuesen de gasolina.

Por último, el experto recuerda que muchos países han subvencionado el diésel por considerar que sus emisiones contribuyen en menor grado al cambio climático, lo que es un hecho. Pero el efecto invernadero y las emisiones diésel son más perjudiciales para las personas de ahí que haya que replantearse si seguir con estas subvenciones, asegura.