Las autoridades locales acudieron rápidamente y vieron un gran número de perros malnutridos, sucios y en pésimas condiciones para vivir.

Muchos de estos perritos estaban metidos en diminutas jaulas, llenas de heces y sin agua potable ni comida. 

Lo más alarmante, dentro de la crueldad de los hechos, fue cuando descubrieron restos de huesos de animales esparcidos por todo el criadero. 

Afortundamante, esta historia tiene un final feliz y todos los animales fueron evacuados y ahora se encuentran en un refugio temporalmente donde están recibiendo los cuidados y tratamientos necesarios por parte del personal veterinario.