La región mediterránea es el principal destino turístico del mundo y sus islas reciben un gran volumen de población en los meses de verano. Las economías locales dependen en gran medida de este turismo como fuente de ingresos y como generador del empleo.

Pero este turismo genera también una gran cantidad de residuos, en el corto periodo de tiempo del verano.

Por eso, las autoridades locales buscan hacer frente a este elevado incremento y para ello han creado el proyecto europeo 'Interreg MED BlueIslands', que trabajará hasta 2019 para "desarrollar y elaborar sistemas eficaces, económicamente viables y ambientalmente sostenibles que permitan abordar y mitigar las consecuencias de este incremento estacional de residuos generados por el turismo en nueve islas del mediterráneo".

Las islas sobre las que trabajarán serán Mallorca (España), Cerdeña y Sicilia (Italia), Malta, Rab (Croacia), Creta, Rodas y Mykonos (Grecia) y Chipre.

Catorce instituciones socias de toda Europa, entre las que se encuentra el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), están trabajando para evaluar la composición de los residuos, el impacto de la basura en las costas y playas y su influencia en las instalaciones de tratamiento de aguas residuales.

Además, evaluarán la dinámica de los micro y macro-plásticos en las zonas costeras más turísticas. "Durante este año se llevará a cabo el monitoreo de 27 playas de forma periódica y los investigadores harán 189 encuestas para mostrar la acumulación de basura marina en relación con las actividades turísticas de las playas seleccionadas", ha señalado Patrizia Ziveri, investigadora del ICTA-UAB.

En total, se analizarán 700 muestras para evaluar las concentraciones de estos plásticos tanto en tierra como en el mar.

Con los resultados obtenidos se llevarán a cabo distintas estrategias para intentar frenar este problema.