Se trata de un convenio que fue suscrito por el Servivio Geológico de Brasil y la IBS, un organismo vinculado a las Naciones Unidas y que regula actividades comercilaes en las aguas internacionales.

Así, mediante este importante acuerdo, Brasil podrá explorar unas reservas de hierro, manganeso y cobalto situadas a 1.500 kilómetros de las costas de Río Janeiro. 

Estos yacimientos se encientran situados en una colina submarina conocida como Alto Río Grande, que abrcan unos 3.000 kilómetros cuadrados aproximadamente. Se calcula, además, que cuenta con una profundidad de 4.000 metros. 

Las placas tectónicas en que reposan esas reservas de minerales fueron producto de desprendimientos ocurridos de la plataforma continental del país, según explicaron fuentes del Servicio Geológico de Brasil. 

La investigación sobre el potencial de esos yacimientos comenzó hace unos cinco años y Brasil ya ha invertido unos 60 millones de dólares en pesquisas.