El tigre está a punto de desaparecer debido al tráfico ilegal: los furtivos los matan para elaborar preciadas alfombras con su piel, bálsamos “milagrosos” con sus huesos o para vender sus garras y colmillos como amuletos. Estos objetos son muy codiciados en los mercados de Asia, tanto que el tráfico de especies es el cuarto mercado negro más lucrativo del mundo.

Apenas queda el 3% de la población original de tigres en el mundo. Es decir, solo conviven con nosotros en el planeta 3.890 ejemplares. Uno de ellos es Yuri, un cachorro que vive en cautividad, en una reserva rusa donde se recuperan los grandes felinos que, como su madre, han sido víctimas del tráfico de especies. Si no logramos frenar este crimen contra la naturaleza, no podrá volver a vivir en libertad porque se encontrará de nuevo a los furtivos.

En WWF se han puesto el reto de doblar la población de tigres para el próximo año chino del Tigre, 2022. De momento, han conseguido que, desde 2010, su número haya aumentado desde 3.200 ejemplares a los 3. 890 de la actualidad. Trabajan en la protección de su hábitat y luchamos con los gobiernos para combatir el tráfico de especies y frenar el consumo en los mercados locales. Con tu ayuda podrán conseguir que Yuri y el resto de tigres del mundo puedan vivir sin esta amenaza.