Los investigadores han encontrado que los gases que produce dicho combustible cambian sustancialmente el olor de las flores, por lo que dificultan el reconocimiento de éstas por las abejas y, por lo tanto, su localización e identificación.

Los expertos señalan que los citados cambios pueden influir a la eficiencia del forraje de las abejas, así como a la polinización y, por ende, a la cadena trófica global.
En el estudio, dirigido por el doctor Tracey Newman y el profesor Guy Poppy, se mezclaron ocho sustancias químicas presentes en el olor de las flores de colza con aire limpio y con aire contaminado por los gases producidos por el escape de diésel. Tras varias pruebas, determinaron que seis de los ocho componentes químicos experimentaban una disminución de su volumen al estar en contacto con los contaminantes de diésel, mientras que los otros dos restantes desaparecieron por completo. 

Por otro lado, cuando los investigadores utilizaron el mismo proceso con los gases de NOx (Óxido nítrico y Dióxido de Nitrógeno), presente en los escapes de diésel, observaron el mismo resultado, lo que indica que los NOx eran un facilitador clave en la alteración del perfil del olor. Así, se mostró que la mezcla química cambió para las abejas, por lo que éstas no fueron capaces de reconocer los olores.

"Las abejas tienen un sentido del olfato sensible y una capacidad excepcional para aprender y memorizar nuevos olores. Los gases NOx representan algunos de los más reactivos producidos a partir de la combustión de diésel y otros combustibles fósiles, pero los límites de emisiones de dióxido de nitrógeno se exceden regularmente, especialmente en áreas urbanas", según ha recalcado el doctor Newman, neurocientífico del centro universitario de Reino Unido. 

El experto señala que los resultados del nuevo estudio sugieren que la que la contaminación por escape de diésel altera los componentes de una mezcla del aroma floral sintética, lo que afecta al reconocimiento del olor por parte de la abeja de la miel. "Esto podría tener graves efectos perjudiciales sobre el número de las colonias de abejas y la actividad de la polinización", ha alertado el experto.