La Consejería de Medio Ambiente ha anunciado que agentes forestales han recogido el cuerpo sin vida de una loba tras ser atropellada por varios vehículos a la altura de Piñuécar y Gandullas.

Los forestales trasladaron a la loba al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) para practicarle la necropsia, que por el momento no se ha hecho, y se determine la causa de la muerte, la edad y si estaba preñada.

El primer lobo atropellado en la región fue encontrado a mediados de abril del año 2015 en la carretera M-622, entre Guadarrama y Los Molinos. En enero de 2016, también en la autovía de Burgos (A-1), en el kilómetro 93, en el término de Somosierra fue encontrado un segundo ejemplar. Ese mismo mes, el día 21, un vecino de Manzanares el Real encontró en la cuneta de la M-608, a su paso por esta localidad, el cadáver de un lobo al que le fue hecha una necropsia en el CRAS que confirmó que había perdido la vida como consecuencia de un atropello.

La especie, que hasta ahora solo se encontraba en Castilla y León, ha logrado recuperarse y se ha vuelto a instalar en la región hace poco y los especialistas creen que en estos momentos existen al menos tres o cuatro manadas, con un mínimo de cinco ejemplares cada una, en la zona norte de la región.

Desde los colectivos y organizaciones ecologistas y protectoras de esta especie se reclama la construcción de pasos para la fauna en la autovía de Burgos para permitir al lobo su avance hacia el sur de la península.