Gracias a la rápida actuación de estos jóvenes los huevos de tortuga boba tendrán un final feliz. 

Los jóvenes llamaron al 112 y mientras entretuvieron a este ejemplar de tortuga boba, de grandes dimensiones, hasta que llegaron los técnicos, que pudieron hacerle analíticas, localizar el nido y protegerlo.

Después, protegieron al nido que hasta se salvaguarda su ubicación para que la vorágine estival y la presencia de curiosos, no impida la eclosión de los huevos, prevista para la próxima semana y que incluso estará vigilada por una Unidad Militar de Emergencias. 

El nido se encuentra a 50 centímetros de profundidad, protegido con una redecilla metálica y dentro de una reserva integral, en la que está prohibida la entrada de personas al ser una zona acotada. 

En los últimos 200 años, el litoral valenciano ha acudido a tres acontecimientos similares a este, por ello, la expectación es máxima y todos se preparan para dar la bienvenida a estas pequeñas tortugas, en peligro de extinción, que pueden llegar a pesar 100 kilos y vivir más de 90 años.