Esta reserva, el área protegida más extensa de Africa y una de las más antiguas, albergaba una de las mayores concentraciones de elefantes africanos en el continente, pero la caza furtiva por el marfil ha reducido la población en un 90% en menos de 40 años.  

WWF recuerda que cerca de 110.000 elefantes llegaron a habitar las sabanas, los humedales y los bosques de Selous, pero en la actualidad quedan alrededor de 15.000 elefantes en el ecosistema.   

La pérdida de los elefantes en Selous podría tener un efecto "negativo" en la economía de Tanzania, que depende de la naturaleza, ya que pondría en riesgo el medio de vida de 1,2 millones de personas.  

El director de WWF Tanzania, Amani Ngusaru, ha recordado que el valor de esta reserva depende de sus poblaciones de animales silvestres y de sus ecosistemas prístinos.   

En 2014, la UNESCO denunció la situación de peligro en Selous, porque la caza furtiva acaba con seis elefantes diarios de media por parte de organizaciones criminales. Además, expresó su preocupación por otras actividades dañinas como la minería, la exploración de gas y petróleo y la construcción de represas. 

"Eliminar completamente la caza furtiva de elefantes es el primer paso para que Selous aproveche todo su potencial para lograr un desarrollo sostenible. Juntos, debemos asegurarnos de que este tesoro natural sea protegido", dijo Ngusaru.