Estos envases retrasarían la degradación oxidativa del producto que contienen y, por lo tanto, se presentan como una gran oportunidad de negocio tanto para las pymes que fabrican cosméticos como para los fabricantes de biopolímeros y de envases.

Este proyecto adquiere especial relevancia en estos momentos, ya que en Europa está creciendo la tendencia a consumir cosméticos naturales y orgánicos. Para posicionarse en el mercado, dichos productos necesitan ofrecer las mismas características de calidad y vida útil que los cosméticos convencionales, y los envases activos pueden ser el vehículo para poder alcanzar dichas características.

La concienciación medioambiental, para evitar los residuos plásticos, y la escasez de recursos no renovables se erigen también como motivo para investigar y desarrollar alternativas de envases evitando el uso de materiales derivados del petróleo.

En este proyecto participan cinco países, España, Eslovenia, Reino Unido, Holanda y Francia y se ha incluido en el Séptimo Programa Marco de la Unión Europea para investigación y desarrollo tecnológico.