En este sentido recuerda que solo en Portugal ardieron cerca de 440.000 hectáreas, un 400% más respecto a la última década. Son datos del informe anual sobre incendios forestales que elabora esta ONG ecologista y que anticipa en una nota, antes de su presentación simultánea en Madrid y Lisboa, la próxima semana.

En el conjunto peninsular ardieron más de medio millón hectáreas "en algunos de los mayores desastres que se recuerdan, en los que además perecieron más de un centenar de personas", seis de ellas en España.

Las zonas más afectadas fueron las del noroeste ibérico: norte y centro de Portugal, Galicia, Asturias o León con múltiples incendios simultáneos que desbordaron a los dispositivos de extinción y amenazaron numerosas poblaciones.

Desde el WWF recuerdan que en el sur de Europa los efectos acumulativos del cambio climático, la despoblación rural, el abandono de usos, la ausencia de gestión forestal, el caótico modelo de urbanismo y la arraigada cultura del fuego crean las condiciones perfectas para este tipo de siniestros.