Los cazadores furtivos irrumpieron a tiros en el santuario de rinocerontes de este parque de la zona central de Kenia y mataron a los rinocerontes, no sin antes llevarse los cuernos de los animales, según informó el Ministerio de Turismo y Vida Salvaje en un comunicado.

Los cazadores se dieron a la fuga aunque las fuerzas de seguridad continúan en su búsqueda. Por su parte, el ministerio va a evaluar el sistema de seguridad del parque.

El negro es, de las dos especies de rinocerontes que viven en África (blanco y negro), de la que menos ejemplares quedan, con una disminución del 98 % de la población entre 1960 y 1995, según el World Wildlife Fund (WWF), que estima que hay entre 5.000 y 5.500 ejemplares en el continente, sobre todo en el este y sur. Kenia alberga la tercera mayor población de esta especie con unos mil ejemplares, según los datos del Ministerio de Vida Salvaje.

En Kenia se cazaron el año pasado nueve ejemplares de rinoceronte negro. La ley de conservación y gestión de la fauna salvaje de Kenia, en vigor desde 2013, estipula la cadena perpetua y penas de 160.000 euros a quienes maten a especies en peligro de extinción, pero no se ha impuesto ninguna condena de este tipo hasta la fecha.

A finales de marzo murió Sudán, el último macho de rinoceronte de la especie "blanco del norte" del mundo en la reserva natural keniana Ol Pejeta y quedan sólo dos hembras vivas de la especie en el país.