El hielo marino del Ártico ha alcanzado el 7 de marzo un mínimo histórico de su extensión máxima invernal, mientras que en el lado opuesto del planeta, la Antártida ha llegado a la menor superficie de hielo registrada el 3 de marzo, según datos del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC) de la NASA.

En conjunto, ha sido el 13 de febrero cuando los números de hielo marino ártico y antártico estaban en su punto más bajo desde que los satélites comenzaron a medir continuamente el hielo marino en 1979. 

En total, el hielo marino polar cubrió 12,21 millones de km2, lo que equivale a 2 millones de km2 menos que el promedio mínimo mundial para 1921-2010. Esta superficie perdida es superior a países como México.

La combinación de las temperaturas más cálidas que el promedio, los cientos desfavorables a la expansión del hielo y una serie de tormentas, han parado el crecimiento de hielo marino en el Ártico este invierno de 2017. 

"Comenzamos desde una mínima extensión de septiembre" ha declarado Walt Meier, científico del hielo marino en el Goddar Space Flight Center de la NASA.  "Había mucha agua abierta en el océano y vimos periodos de crecimiento de hielo muy lento a finales de octubre y en noviembre porque el agua tenía un montón de calor acumulado que tenía que ser disipado antes del que el hielo pudiera crecer", ha añadido en un comunicado.

La extensión máxima de hielo marino del Ártico ha disminuido en un promedio de 2,8% por década desde 1979.

La Antártida, por su parte, experimentó una extensión máxima temprana en 2016 seguido de una pérdida muy rápida de hielo a principios de septiembre. Desde noviembre, la extensión diaria de hielo marino ha estado continuamente en sus niveles más bajos y la pérdida se aceleró en febrero de este año.