"Con gran pesar, decimos adiós a nuestro querido oso polar Inuka. A pesar de los mejores esfuerzos de su equipo veterinario, el estado de Inuka se agravó y se adoptó la decisión, difícil pero necesaria, de no reanimarlo", ha explicado la organización en un comunicado.

Un examen médico efectuado el pasado día 3 confirmó que se había deteriorado acentuadamente la salud de este oso blanco, Ursus maritimus, nacido el 26 de diciembre de 1990 en el Zoo de Singapur, donde lo acogieron como un regalo navideño.

Sus padres fueron Sheba, nacida en cautividad y que llegó a Singapur procedente de un zoológico alemán, y Nanook, nacido en libertad y que acabó en el zoo canadiense Winnipeg antes de emparejarse en la ciudad-Estado. La esperanza de vida de un oso polar macho en libertad oscila entre 15 y 18 años.