El Oceanogràfic de Valencia ha "presentado en sociedad" a Kylu, la primera beluga nacida en cautividad. La cría ha recibido ese nombre en honor a sus dos progenitores, Kairo y Yulka, las dos únicas belugas existentes en Europa, de las que han utilizado sus dos iniciales "Ky", y "lu" que hace referencia a la súper luna que ocupaba el cielo el día de su nacimiento.

La pequeña nació el 15 de noviembre de 2016, a las 16:00 horas, tras un embarazo de 502 días. Kylu pesó 47 kilos y midió 160 centímetros. Ahora, tras dos meses, ha alcanzado los 109 kilos. 

Este nacimiento supone un éxito a nivel biológico, que ayudará a los investigadores a aprender sobre esta especie "tan desconocida". 

De esta forma, un equipo humano de 30 profesionales, con la más avanzada infraestructura del centro y con el apoyo del Acuario de Vancouver, en Canadá, y el Sea World de Estados Unidos, han conseguido sacar adelante a Kylu.

Para ello, la han alimentado median una "fórmula artificial" a base de leche especial, pescado triturado, aceite de pescado, nata y complejos vitamínicos, puesto que su madre no pudo alimentarla al nacer. Esta novedosa técnica es un sistema "mucho más natural", que los biberones convencionales.

El equipo de investigación de la Fundación Oceanográfico ha realizado y realizará novedosos estudios para conocer el comportamiento de estos animales.

Las belugas son mamíferos marinos que están siendo afectadas por el cambio climático que provoca el deshielo del Ártico, hábitat de estos animales. 

Tanto es así, que las belugas están alterando sus migraciones y, al menos, una de sus poblaciones está retrasando su desplazamiento hacia sur, según un estudio realizado por la Universidad de Washington (EE.UU.) y publicado en la revista Global Change Biology.